domingo, 16 de diciembre de 2012

3. AD. LA CERCANIA QUE ALEGRA


SanJuan BautistaTu alegría Señor es lo que me mantiene bien vivo casi al igual que el oxigeno o el alimento corporal. Alegría que surge de estar en Tu presencia, de frecuentar Tu cercanía en la raíz profunda de mí ser aun en la enfermedad y en la pobreza. Hoy la palabra de Dios hace que nos preguntemos qué hacer para tener esta Alegría, no nos dice lo que debemos pensar, sentir, ni siquiera lo que debemos creer sino lo que debemos hacer: practicar la caridad compartiendo nuestro ser y nuestro haber, practicar la justicia solidaria, no ser violentos, no extorsionar no dar falso testimonio, en beneficio personal. Es esta palabra que abre nuestra conciencia transforma y renueva nuestro corazón disponiéndolo para el misterio de Dios. El está presente desde nuestro bautismo con su espíritu que calcina nuestros vicios, purifica nuestros pensamientos, cura nuestras aflicciones y orienta nuestros afanes de la vida en dirección hacia Dios. Y seguros de nuestra victoria en Cristo alegres nos disponemos a renunciar al mal, esperar solo en el Señor y gozarnos de este encuentro salvífico con Cristo, María es el modelo perfecto de conversión que  ha alcanzado la criatura humana, ella en la renuncia no se angustia se alegra con su espíritu en Dios.

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