lunes, 1 de octubre de 2012

EL DESTINO DE LA FE


B O D 26 Nuestro destino último.

SubirEl Espíritu Santo actúa por medio de los carismas, Él habita en el mundo y en cada persona, Él va inspirando, iluminando, guiando y cuidándonos. Él nos mantiene unidos en la rica diversidad de culturas.
Dicen que los celos son la expresión de la cobardía a sentirse o quedarse solo. Pero también se da por la voluntad incontrolable de dominio, de la mano, del pie...  Se da por la ambición insaciable del ego al que llevan los ojos. La ambición de grandeza, del prestigio y de la exclusividad pone en fuego nuestro destino último. Jesús nos invita a ser tolerantes, a acoger, apoyar y defender las causas nobles de muchas personas.
Escandalizar es obstaculizar la fidelidad a la  palabra y a la persona de Jesús, es hacer difícil e imposibilitar la comunión, es poner en peligro y destruir la fe. Estamos invitados a poner los medios necesarios para eliminar de raíz lo que provoca escándalo. Sin duda es el buen testimonio que damos lo que mantiene la riqueza de la fe en las futuras generaciones.

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