“Mis ovejas escuchan mi voz y me
siguen”, dice el Señor. La imagen que más aparece hoy en los medios
audiovisuales de nuestra sociedad es la del líder político, deportivo poco el
religioso o del campo pastoril. Además, nadie quiere ser tenido por oveja. Pero
todos seguimos algunas de estas voces. Hoy Jesús nos aconseja con su voz en
cada lectura de su palabra e incita y atrae nuestra confianza hacia él. Nos ofrece
vida eterna. Urge seguir su voz y depositar nuestra plena confianza en él que
destruye el pecado, las injusticias, las tinieblas, la muerte y los males que
nos aquejan. No basta que resuene su voz externamente hace falta que
respondamos con nuestra escucha activa desde el corazón. Señor, conscientes
de que nos cuidas que sepamos discernir tu voz en medio de tanto ruido, ayúdanos
a seguirtecon libertad y con valentía, Amen.
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