sábado, 24 de diciembre de 2011

Reflecciones a la luz de los documentos del Papa.


Descubrir y vivir regalos que nos transforman
En nuestra vocación cristiana es importante descubrir ¿quién es el centro de mi vida? y distinguir criterios de Dios de entre los criterios de los hombres, criterios del cielo de entre los de la tierra, criterios del cristianismo entre el reino de los meros valores, criterios de la revelación de entre los de la cultura dominante.
Todo esto para asumir y vivir el don de la fe, como un verdadero don  y compromiso con la fe en Jesucristo y ser coherentes con Cristo. La fe nos lleva a lo que Dios quiere, a cumplir su voluntad de redención.
Viviremos la fe verdadera, que vale la pena, con una sola y gran esperanza, la esperanza puesta sólo en Dios no en el progreso mundano alienante, esperanza no en las cosas de este mundo. Esta esperanza que verdaderamente vale transforma nuestra vida  porque añoramos la vida futura. Nuestra esperanza esta puesta en el progreso integral del hombre que sale del amor del Padre.
Sólo mirando al cielo descubrimos que somos capaces de amar al prójimo con el amor con que hemos sido Amados. Amor que desciende como donación, como entrega…, ofrecida por Cristo desde la Cruz. Amor que purifica y modera nuestro ego, nuestro eros… nuestra inclinación y búsqueda de la eternidad.
En el hoy de cada día, en la acción de Dios que baja y se nos da a sí mismo, en la Eucaristía adorémosle en espíritu y en verdad, que sea una entrega una comunión que nos cautiva y transforma.
Amemos y encontremos a Cristo, leamos de corazón su palabra, que nos interpele, porque Cristo mueve el corazón de las personas, lo que la humanidad necesita hoy más que nunca.
En esta Navidad, 2011, pidamos a Dios nos asista con su Espíritu y nos de la capacidad de poder vivir la alegría cristiana por que se nos ha revelado el gran misterio: lo Eterno se ha hecho presente en un Niño en Belén, la muerte, la enemistad ha sido vencida y nuestra amistad, nuestra vida ha sido restaurada, por el Unigénito de Dios. El Altísimo viene a nuestro mundo que estaba en tinieblas, viene como luz en nuestra ayuda para siempre y Él nos salva por puro amor. Siempre nos espera con los brazos abiertos por que Él es nuestro Creador, Criador y Redentor. Dispongámonos a recibir y aceptar sus Dones que nos configuren cada día más. Que el 2012 cada día sea un nuevo nacimiento. ¡¡¡FELIZ  NAVIDAD!!!

domingo, 18 de diciembre de 2011


El hombre se caracteriza por que sabe sublimar sus energías, se sacrifica, es capaz
de trascender por encima de todo y todos, está llamado a priorizar, discernir criterios subjetivos, objetivos y lo puede hacer válidamente, sino quiere perderse, de acuerdo al interés y fin último y total, Dios.