Descubrir
y vivir regalos que nos transforman
En nuestra
vocación cristiana es importante descubrir ¿quién es el centro de mi vida? y
distinguir criterios de Dios de
entre los criterios de los hombres, criterios del cielo de entre los de la
tierra, criterios del cristianismo entre el reino de los meros valores, criterios
de la revelación de entre los de la cultura dominante.
Todo
esto para asumir y vivir el don de la fe, como un verdadero don y compromiso con la fe en Jesucristo y ser coherentes
con Cristo. La fe nos lleva a lo que
Dios quiere, a cumplir su voluntad de redención.
Viviremos
la fe verdadera, que vale la pena, con una sola y gran esperanza, la esperanza puesta sólo en Dios no en el
progreso mundano alienante, esperanza no en las cosas de este mundo. Esta
esperanza que verdaderamente vale transforma nuestra vida porque añoramos la vida futura. Nuestra esperanza
esta puesta en el progreso integral del
hombre que sale del amor del Padre.
Sólo
mirando al cielo descubrimos que somos capaces de amar al prójimo con el amor con que hemos sido Amados. Amor que desciende
como donación, como entrega…, ofrecida por Cristo desde la Cruz. Amor que purifica y modera nuestro ego, nuestro
eros… nuestra inclinación y búsqueda de la eternidad.
En
el hoy de cada día, en la acción de Dios que baja y se nos da a sí mismo, en la Eucaristía adorémosle en espíritu y en
verdad, que sea una entrega una comunión que nos cautiva y transforma.
Amemos
y encontremos a Cristo, leamos de corazón su palabra, que nos interpele, porque
Cristo mueve el corazón de las personas,
lo que la humanidad necesita hoy más que nunca.
En
esta Navidad, 2011, pidamos a Dios nos asista con su Espíritu y nos de la capacidad
de poder vivir la alegría cristiana por que se nos ha revelado el gran misterio:
lo Eterno se ha hecho presente en un Niño en Belén, la muerte, la enemistad ha
sido vencida y nuestra amistad, nuestra vida ha sido restaurada, por el Unigénito
de Dios. El Altísimo viene a nuestro mundo que estaba en tinieblas, viene como
luz en nuestra ayuda para siempre y Él nos salva por puro amor. Siempre nos
espera con los brazos abiertos por que Él es nuestro Creador, Criador y Redentor.
Dispongámonos a recibir y aceptar sus Dones que nos configuren cada día más. Que
el 2012 cada día sea un nuevo nacimiento. ¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!